BY SAO Branding / 23 de noviembre de 2022
Una de las claves para el éxito de una empresa es que su marca sea reconocible. Que el público y el potencial cliente la distinga de la competencia. Que la conozca y sepa asociarla a sus productos, su valores o su misión.
El branding es clave para dar valor a tu marca. Esencial para lograr la confianza del público. Imprescindible para que el potencial cliente sepa qué puede esperar (y obtener) de tus productos o servicios. Básico para labrarte el prestigio que por sí solo venda y permita al público pensar que eres la opción adecuada.
Construir tu marca, trabajar el branding, es un paso que todo negocio debería abordar.
Y esto es válido tanto para nuevas marcas como para aquellas ya existentes que no han logrado ser reconocibles.
Tu marca debe tener su propia personalidad. Sus propios valores. Debe destacar su valor diferencial y darlo a conocer al público para que lo comprenda y aprecie. De esta manera sabrá qué puede esperar de ella y por qué es la opción adecuada.
Además, te protege de imitadores. Porque al ser reconocible para el público, tu marca es vista como la original, la auténtica, la que otros tratan de copiar.
Una buena estrategia de branding permite ser reconocido mostrando a tu marca en positivo y haciéndola memorable para el público. Ese reconocimiento genera confianza. Es como encontrarse con un viejo (o no tan viejo) amigo, genera unas sensaciones positivas en el público.
Para muchos usuarios, incluso para otras empresas, es difícil confiar en una marca que no conocen. ¿Por qué se van a fiar de ella si no saben nada de esta en realidad? Al desconocer su reputación, su pasado o sus valores, no se sienten convencidos de que sea capaz de proporcionar lo que promete o lo que ellos necesitan.
Ser una marca reconocida logra justo lo contrario: ser vista como una marca confiable. Incluso si personalmente no han hecho uso de sus servicios o no han probado sus productos. Tienen un conocimiento previo sobre ella que es el que sustenta y genera esa valiosa sensación de confianza.
Aunque no se haga de forma consciente, la ruta del comprador tiene lugar en toda compra. No solo en las de alto coste o en los negocios B2B. Incluso en las de impulso. Se descubre un producto o servicio, se considera o no su adquisición, se toma la decisión, se prueba o usa o disfruta y, quizá, se vuelva a considerar de nuevo su compra.
Una marca reconocible reduce las paradas del viaje. No tiene que pasar por todas esas etapas. Porque cuando una marca se conoce y reconoce ya está descubierta, y como ya se tiene una opinión formada sobre ella no es necesario el paso de la consideración.
Una marca puede ser reconocible por distintos valores. Cuando la persona los comparte se genera una conexión emocional entre ambas. Y cuando aspira a formar parte del grupo de personas con esos valores, el deseo de posesión entra en juego posicionándolo a tu favor.
Toda marca que reconoces te genera algún tipo de emoción a nivel subconsciente más o menos apreciable conscientemente. Te recuerda a algo, te provoca un sentimiento, te genera una emoción. Y eso le ocurre a cada persona.
Lograr la conexión emocional que une a la persona con tu marca y la hace apreciar su valía y elegirla va más allá de ganar y mantener un cliente fiel. A menudo también le convierte en prescriptor de tu marca. Porque se siente parte de ella, unido a su identidad.
Hemos hablado de la confianza, pero, ¿qué hay del prestigio? Las marcas reconocibles en positivo se han ganado su prestigio. Que puede tener que ver (o no) con una posición social, unas características premium, la sensación de ser un producto o servicio más valioso o unos valores determinados.
El prestigio genera confianza. Y también se asocia al reconocimiento social o genera el magnetismo de quienes aspiran a lograrlo.
Ser reconocible supone lograr más ventas, clientes más fieles y prescriptores voluntarios que te permiten llegar a nuevo público a través de ellos de una forma natural y confiable. Pero además te abre otro tipo de puertas.
A las marcas reconocidas les resulta más fácil captar, retener talento y lograr la fidelidad de su plantilla. Para ellas es más fácil acceder a mejores espacios en zonas de venta o en ferias sectoriales. Es frecuente que ahorren en publicidad al lograr de forma natural que se hable de ellas en los medios.
Cuando se trata de productos de venta directa al público, facilita su acceso a los mercados, porque muchos puntos de venta serán quienes te busquen para que formes parte de su catálogo. Y aquellos con los que contactes necesitarán menos explicaciones, porque ya conocen tu marca y lo que pueden esperar de ella.
Y estos son solo los motivos más básicos por los que ser reconocible es clave para el éxito de las marcas. En SAO Branding ayudamos a las marcas a ser reconocibles y a impulsar su éxito a través de estrategias sólidas de branding personalizadas. Contacta con nosotros para saber cómo podemos ayudarte.
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